La enfermedad descompresiva, también conocida como enfermedad de descompresión, enfermedad de los buzos o simplemente “bends”, ha sido una preocupación constante para aquellos que se sumergen en las profundidades del océano. Esta condición, que puede ser potencialmente mortal, surge cuando un buzo asciende a la superficie demasiado rápidamente después de haber estado a gran profundidad. Aunque su nombre puede sugerir una complicación moderna asociada a la era de buceo con tanque, sus efectos y comprensión se han ido desarrollando durante siglos.
Orígenes e Historia
Los primeros registros de la enfermedad descompresiva se remontan a tiempos tan antiguos como la construcción de puentes y túneles bajo el agua en el siglo XIX. Los trabajadores que operaban en cámaras presurizadas a menudo experimentaban síntomas dolorosos y desconcertantes al regresar a la superficie. No fue hasta la popularización del buceo recreativo y profesional en el siglo XX que la enfermedad se convirtió en una preocupación más amplia.
¿Qué la Provoca?
Para entender la enfermedad descompresiva, es esencial comprender cómo funcionan los gases bajo presión. A medida que descendemos en el agua, la presión aumenta. Bajo estas condiciones, el cuerpo absorbe más nitrógeno del aire que respiramos. Si un buzo regresa rápidamente a la superficie, ese nitrógeno se descompone y forma burbujas en el cuerpo, ya que no ha tenido tiempo suficiente para ser expelido de forma segura a través de la respiración y la circulación.
Estas burbujas pueden obstruir los vasos sanguíneos y causar daño en diferentes tejidos del cuerpo, conduciendo a una variedad de síntomas.
Síntomas
Los síntomas de la enfermedad descompresiva pueden variar en gravedad y presentación. Algunos buzos pueden experimentar solo dolor en las articulaciones, mientras que otros pueden enfrentar parálisis o incluso la muerte. Los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor en las articulaciones, especialmente en los hombros, codos y rodillas.
- Erupción cutánea o picazón.
- Mareos o vértigo.
- Falta de aliento o dificultad para respirar.
- Tos persistente.
- Visión borrosa o pérdida de la visión.
- Fatiga extrema.
Si bien muchos síntomas pueden ser leves al principio, es esencial buscar atención médica de inmediato. La rápida intervención puede prevenir complicaciones más graves y asegurar una recuperación completa.
Tipos de sídrome de la descompresión en el buceo
La enfermedad descompresiva (ED) se clasifica generalmente en dos tipos principales, basados en los síntomas y las zonas del cuerpo afectadas. Estos son:
- Enfermedad Descompresiva Tipo I:
- Manifestaciones Músculo-esqueléticas: El síntoma más común de este tipo es el dolor profundo y sordo en las articulaciones o músculos, a menudo descrito como un «dolor de flexión». Puede ser leve o muy intenso, dependiendo de la cantidad de burbujas y su ubicación. Las áreas más comúnmente afectadas incluyen los hombros, codos, rodillas y tobillos.
- Manifestaciones Cutáneas: Los síntomas en la piel pueden variar desde picazón y erupciones (a menudo denominadas «erupciones de piel») hasta la formación de marcas o manchas rojas. En casos raros, puede aparecer un edema cutáneo localizado conocido como «síndrome de la faja».
- Manifestaciones Linfáticas: La obstrucción del drenaje linfático puede resultar en hinchazón localizada.
- Enfermedad Descompresiva Tipo II:
- Manifestaciones Neurológicas: Estas son las más preocupantes y pueden variar desde parestesias (sensaciones de hormigueo o entumecimiento) hasta debilidad muscular, parálisis y trastornos de la conciencia. Los síntomas pueden ser el resultado de burbujas en la médula espinal, el cerebro o ambos.
- Manifestaciones Pulmonares: Conocida comúnmente como «émbolo gaseoso arterial» o AGE (por sus siglas en inglés, Arterial Gas Embolism). Ocurre cuando las burbujas entran en la circulación arterial, lo que puede causar síntomas como dificultad para respirar, tos, dolor en el pecho y, en situaciones más graves, colapso y muerte.
- Manifestaciones Audiovestibulares: Los síntomas incluyen vértigo, tinnitus (zumbido en los oídos), náuseas, vómitos y pérdida de equilibrio. Estos síntomas suelen estar relacionados con burbujas en o cerca del oído interno.
La enfermedad descompresiva Tipo II es potencialmente más grave que la Tipo I y requiere una intervención médica inmediata.
¿Cómo prevenir la enfermedad descompresiva o ED?
La prevención es fundamental para evitar la enfermedad descompresiva. A continuación, se presentan algunos pasos esenciales que todo buzo debe seguir:
- Ascenso controlado: Siempre es esencial ascender lentamente hacia la superficie, siguiendo las recomendaciones de las tablas de descompresión o los ordenadores de buceo.
- Paradas de seguridad: Aunque no siempre son necesarias según las tablas de descompresión, hacer una parada de seguridad a unos 3-5 metros durante 3-5 minutos puede ayudar a eliminar el nitrógeno adicional del cuerpo.
- Evitar el buceo repetitivo sin tiempo suficiente de superficie: Si se planea bucear más de una vez en un día, es crucial darle al cuerpo tiempo para deshacerse del nitrógeno adicional entre inmersiones.
- Mantente hidratado: Beber suficiente agua antes y después del buceo ayuda a asegurar una adecuada circulación y filtración del nitrógeno.
- Evitar volar inmediatamente después de bucear: Se recomienda esperar al menos 24 horas después de bucear antes de volar.
¿Cómo intervenir ante la Enfermedad descompresiva?
La enfermedad descompresiva (ED) es una situación de emergencia que requiere una intervención inmediata. Si se sospecha que alguien está sufriendo de ED después de un buceo, se deben seguir los siguientes pasos:
- Mantener la Calma: Es fundamental que tanto la persona afectada como quienes estén a su alrededor se mantengan tranquilos. El pánico puede agravar la situación.
- Llamar a los servicios de emergencia: Dependiendo de la región, se debe llamar al número de emergencias local o al servicio más cercano especializado en medicina hiperbárica.
- Administrar oxígeno: Si se dispone de oxígeno a mano, se debe administrar a la persona afectada. Respirar oxígeno puro puede ayudar a reducir la cantidad de nitrógeno en el cuerpo y a aliviar algunos síntomas de la ED.
- Mantener al afectado en posición horizontal: A menos que haya alguna otra razón médica para cambiar su posición, es preferible mantener a la persona en una posición horizontal.
- Hidratación: Asegurarse de que la persona afectada esté bien hidratada. Proporcionarle agua o líquidos, pero evitar el alcohol o las bebidas con cafeína, ya que pueden empeorar la deshidratación.
- No intentar un nuevo buceo: Aunque en el pasado se creía que un buzo podía reanudar el buceo para intentar «tratar» la enfermedad mediante la autodescompresión, esta práctica es extremadamente peligrosa y está desaconsejada.
- Tratamiento hiperbárico: Una vez que la persona llegue a un centro médico, el tratamiento más común es la terapia en una cámara hiperbárica. Esta cámara simula la presión de un buceo profundo, permitiendo que el nitrógeno se disuelva nuevamente en la sangre y luego se elimine del cuerpo de manera más segura.
- Seguimiento Médico: Aún después del tratamiento en una cámara hiperbárica, es esencial que la persona afectada siga recibiendo seguimiento médico. En algunos casos, puede ser necesario más de un tratamiento hiperbárico o atención continua por otras complicaciones relacionadas.
- Evitar vuelos y altitudes elevadas: Tras un episodio de enfermedad descompresiva, se debe evitar volar o ir a altitudes elevadas durante un tiempo recomendado por el médico, generalmente al menos 24 horas o más.
- Educación y Prevención: Una vez que la situación inmediata se ha resuelto, es crucial educarse (y educar a otros) sobre las causas de la enfermedad descompresiva y cómo prevenirla en el futuro. Esto incluye entender las tablas de descompresión, limitar la duración y profundidad de los buceos y asegurarse de tener ascensos adecuados y paradas de seguridad.
El reconocimiento temprano y la intervención son esenciales para el tratamiento exitoso de la enfermedad descompresiva. Siempre es mejor errar del lado de la precaución y buscar atención médica si se sospecha de ED, incluso si los síntomas parecen leves o inciertos.
¿Cómo se trata la enfermedad descompresiva?
La enfermedad descompresiva (ED), tal y cómo te hemos contado, es una afección seria que ocurre cuando las burbujas de gas, generalmente nitrógeno, se forman en la sangre y en otros tejidos del cuerpo después de un ascenso rápido desde una profundidad presurizada. El tratamiento para la ED es esencial para prevenir daños a largo plazo o potencialmente mortales. Aquí se detalla el tratamiento estándar y las recomendaciones:
- Terapia con Oxígeno: Tan pronto como se sospeche la enfermedad descompresiva, se debe administrar oxígeno al paciente. El oxígeno puro ayuda a reducir la cantidad de nitrógeno en el cuerpo y puede disminuir la gravedad de los síntomas. Esta es una medida inicial y paliativa, pero no reemplaza la necesidad de un tratamiento más específico.
- Tratamiento Hiperbárico: La principal forma de tratamiento de la ED es el uso de una cámara hiperbárica. En este procedimiento, el paciente se coloca dentro de una cámara presurizada donde respira oxígeno puro bajo una presión superior a la atmosférica. Esto ayuda a reducir el tamaño de las burbujas de gas y a acelerar su eliminación del cuerpo. Al mismo tiempo, el oxígeno a altas presiones ayuda en la recuperación de los tejidos dañados.
- Tipos de tratamientos: Hay diferentes «tablas» o protocolos de tratamiento hiperbárico dependiendo de la gravedad y el tipo de síntomas. Por ejemplo, el tratamiento US Navy Table 6 es uno de los protocolos más comúnmente utilizados para tratar la ED. El tipo de tratamiento se determinará según la evaluación médica y las necesidades del paciente.
- Hidratación: Es vital mantener al paciente hidratado. La administración de líquidos intravenosos puede ser necesaria, especialmente si hay deshidratación o si se sospecha un shock.
- Medicamentos: Además del tratamiento hiperbárico, se pueden administrar medicamentos para tratar el dolor, la inflamación y otros síntomas asociados con la ED. Estos medicamentos pueden incluir analgésicos, antiinflamatorios y otros según las necesidades del paciente.
- Monitorización: Durante y después del tratamiento, es fundamental monitorizar al paciente en busca de cualquier cambio en los síntomas o el desarrollo de nuevos síntomas. En algunos casos, puede ser necesario más de un tratamiento hiperbárico para resolver completamente la enfermedad.
- Rehabilitación: En casos graves o cuando hay daño neurológico, puede ser necesario someterse a rehabilitación para recuperar la función y movilidad.
- Educación: Una vez que se haya tratado el episodio agudo de ED, es crucial educar al paciente sobre la prevención y cómo evitar futuros episodios. Esto puede incluir la revisión de técnicas de buceo, uso de ordenadores de buceo, y la comprensión y el respeto de las tablas de descompresión.
Es crucial comenzar el tratamiento de la enfermedad descompresiva lo más pronto posible para maximizar las posibilidades de una recuperación completa. Si se sospecha ED, se debe buscar atención médica inmediata y trasladar al paciente a una instalación con una cámara hiperbárica tan pronto como sea posible.
Conclusión
La enfermedad descompresiva ha sido una amenaza para buzos y trabajadores submarinos desde hace siglos. Sin embargo, con la adecuada educación, formación y precaución, es una condición evitable. La clave es respetar siempre los límites de profundidad y tiempo, y seguir estrictamente las prácticas de ascenso seguro. Al hacerlo, el buceo puede continuar siendo una actividad apasionante y segura para todos los aficionados y profesionales del mar.
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